Coliflor: De las coles hay que ser defensor

La coliflor es uno de los vegetales que muchas personas suelen evitar, ya sea por su fuerte olor al ser cocinada, bien porque causa flatulencias o porque simplemente no gusta su sabor. Aunque a medida que se van conociendo sus múltiples beneficios, este vegetal crucífero se está haciendo un mayor hueco en las cocinas de los hogares y restaurantes.

Una de las características que hace a la coliflor un alimento ideal en dietas para perder peso o para adelgazar es su alto contenido en agua, lo que la convierte en un alimento poco calórico (18 kcal por 100 gramos)…eso sí, no debemos olvidarnos del método de cocción y/o el aliño que utilicemos. Es una estupenda fuente de fibra que nos aporta mayor sensación de saciedad y reduce el apetito, muy importante en estos casos.

La coliflor pertenece a la familia de las crucíferas y la parte de la planta que se consume, es la inflorescencia llamada también “pella”. Su mejor momento es entre los meses de septiembre y enero: aprovecha la temporada de inverno para consumirla de diferentes formas y preparaciones. Aunque podemos disponer de ella durante todo el año, en función de su época de maduración (coliflor de verano, de otoño y de invierno).

Propiedades y beneficios de la coliflor

Si aún no sabes cuáles son las propiedades que tiene la coliflor, aquí te dejo una lista con algunos de sus beneficios:

• Contra el cáncer. La coliflor contiene antioxidantes que ayudan a prevenir las mutaciones celulares y reducir el estrés oxidativo de los radicales libres. Diversos estudios han constatado que el sulforafano, un compuesto de las crucíferas, es el responsable de este beneficio como ya os hablé en el artículo de las coles de Bruselas.

• Para la digestión. Su alto contenido en fibra y agua, ayuda a evitar el estreñimiento y mantener nuestro sistema digestivo saludable. El consumo elevado de fibra está asociado a un menor riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, hipertensión, diabetes u obesidad. Contienen un compuesto químico (el indol-3-carbinol)  que se transforma en el estómago en una sustancia que estimula la acción de las defensas del intestino, encargadas de mantener y reparar la mucosa intestinal.

• Para la memoria. La coliflor es fuente de colina, un nutriente esencial soluble en agua que el cerebro y el sistema nervioso necesita para regular el estado de ánimo y la memoria. La colina es parte también de la estructura de las membranas celulares y desempeña un papel en la transmisión de los impulsos nerviosos (comunicación entre las células)  importante para prevenir el deterioro cognitivo a medida que se envejece.

• Para los huesos. La coliflor contiene magnesio que tiene un papel importante en la formación de los huesos y dientes. Hay componentes esenciales de la coliflor que mejoran la absorción del calcio y reducen su excreción urinaria, por lo que ayuda a reducir el riesgo de fracturas y de osteoporosis.

• Durante el embarazo. Por su contenido en ácido fólico (B9), que participa en la síntesis de material genético, la coliflor es una verdura a tener en cuenta en la dieta de la mujer embarazada. La deficiencia de esta vitamina durante las primeras semanas de embarazo puede provocar en el  bebé defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia.

Contrariamente a su reputación, la coliflor no es nada aburrida en la cocina si no que es muy versátil, puede consumirse cruda, al vapor, asada, frita, estofada, hervida o gratinada, como acompañamiento o guarnición de otros platos, incluso en tortilla. Por sí misma es una excelente verdura acompañada de patata, huevo duro o un refrito de ajos.

Seguro que tienes tu receta particular con coliflor, ¿Te animas a comentarla?

O si te faltan ideas, toma nota de esta rica receta de coliflor con bechamel gratinada con queso.