Cocina con niños: Los niños que participan en la cocina, comen mejor y más saludable.

Cada vez se da más importancia a la nutrición infantil en el propio entorno familiar como en los colegios, donde aprenden ya los primeros conceptos como la pirámide nutricional, grupos de alimentos, etc… pero luego, la realidad nos lleva a que la cocina sigue siendo un lugar misterioso para un niño. Y para los padres es un lugar con numerosos peligros (fogones, cuchillos, enchufes, quemaduras, cortes, suciedad…), razones para tener a los niños alejados de la cocina

Gracias al trabajo de dietistas-nutricionistas y determinados programas de televisión, han ayudado a que esta incompatibilidad vaya desapareciendo. Y cada día cobra más fuerza el hecho de que los niños y niñas que cocinan, hacen la compra o se sientan a la mesa con sus padres siguen patrones alimenticios más saludables en la edad adulta.

¿Cuándo empezar?

Son muchas las tareas que pueden desarrollar en la cocina ya desde muy pequeños. El simple hecho que de acerquen el tomate que se va a utilizar en la ensalada, ya los hace unos verdaderos protagonistas de la receta. Lo importante es que sea divertido y gradual, cosas sencillas y que les resulten atractivas como elegir la receta, reunir los ingredientes, formar albóndigas o hacer galletas con formas, pesar o medir los ingredientes, decorar el plato… son cosas que pueden cambiar la concepción de los niños acerca de los alimentos y la comida. Les ayuda a tener una conexión positiva con todo tipo de alimentos incluyendo las frutas y verduras.

Beneficios de cocinar con niños, ¿Quieres conocer alguno de ellos?

  1. Cocinar es jugar. Para los niños mancharse ¡siempre es un placer! o toda una aventura ¡salir de excursión al supermercado! donde los niños empiezan a ver como se decide la cesta de la compra.
  2. Todo lo que hacen está rico. Favorece que prueben nuevos alimentos, sabores y texturas diferentes. E incluso, alimentos que no les gustaban dejan de ser una pelea en la mesa. Una opción perfecta, para que no vean sólo un plato de comida delante y estén  mucho más interesados.
  3. Un ejercicio perfecto para desarrollar sus habilidades con las manos. A través del uso de los utensilios de cocina, los niños tienen que hacer movimientos pequeños y precisos.
  4. Desarrollan su capacidad de comunicación: al elaborar una receta los niños interactúan con los adultos, mejora su relación con ellos pues la tarea requiere de conversación,  capacidad de comprensión, escucha y razonamiento juntos.
  5. Confianza en sí mismos. Los niños se sienten responsables y orgullosos de su creación, participando en una tarea que repercute en toda la familia. Y disfrutan saboreando lo que ellos mismos han preparado.
  6. Ganan autonomía, independencia y capacidad de decisión. Los niños aprende a desarrollar sus propias tareas como pelar un plátano, poner o recoger la mesa…
  7. ¡Cocinar es educar! Experimentan con capacidades como la lectura, aprenden nuevas palabras y su significado. Conocimientos tempranos de matemáticas (unidades de medición) y ciencia (métodos de cocción). Desarrollan su creatividad, la decoración del plato da rienda suela a su imaginación. A trabajar en equipo, el resultado final es gracias a la labor de todos .Cocinar en familia enseña valores tan importantes como la responsabilidad y el valor de colaborar en las tareas de casa.
  8. Les enseña hábitos de higiene. Hay que lavarse las manos, los alimentos y utensilios.

¿Preparados para llenar la cocina de harina? Sólo se necesitan dos ingredientes:  tiempo y paciencia

Una gran actividad para toda las familia con numerosos beneficios y muy divertida. No hacen falta recetas complicadas se trata de aprender, disfrutar y de que los pequeños de la casa aprendan ideas sobre por qué y cómo hacer las comidas más saludables. Y sobretodo, ¡a disfrutar!

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